Ahora os voy a contar la mini historia de la piscina que tienen nuestros anfitriones. Cuando llegamos la habían limpiado y arreglado unos azulejos y la estaban llenando de agua. Preparados, listos ¡ya! Eso creían ellos claro, porque después la señora polaca les explicó que había que echarle cloro y no sé cuantas cosas más, así que nuestros anfitriones dijeron rápidamente “Fede es especialista en piscinas”.
Y aquí pasó Fede a tomar los mandos pisciniles, jejejeje, el motor del agua de la piscina no funcionaba, después de buscar destornillador y demás utensilios, la conclusión fue que había que comprar uno nuevo, estaba quemado, plan B, llenar la piscina con las mangueras, claro que esas venían del pozo que daba agua a la casa, conclusión: la piscina llena y la ducha de la vivienda vacía y sin fuerza para el agua caliente.
La misma noche que la piscina se llenó, ya estaba turbia el agua, siguiente paso comprar los medidores y empezar a echar productos, tres botes grandes llenos de polvos, que si está amarillo claro echas uno, si es amarillo oscuro echas otro, que si rosa clarito es del otro bote y que si es rosa oscuro del otro ¡ufff! ¡qué lio!
Susana a estas alturas ya ronroneaba: ¡Con lo bonita que es la playa! ¡Y no hay que limpiarla!
Porque después de polvos van y polvos vienen, pastillas de cloro flotando, apareció el “pulpo”, un aparato que chupa toda la suciedad del fondo, pero que claro hay que ponerlo en el fondo y conectarlo a un tubo, y tampoco creáis que eso lo limpia todo porque todos los días hay que pasar un atrapa hojas manual, y encender el mecanismo para que el agua entre y salga limpia otra vez. Qué bueno eso casi es lo más fácil, por lo menos hasta que funcione un reloj, que está conectado y se enciende y apaga solo.
Bueno al final se bañaron todos, hasta mis “amigas” Piluca y Reina, yo no, cuando terminaron todo el proceso me escondí por si se les ocurría hacer la gracia y lanzarme a la piscina.
Fede apuntó todas las instrucciones y pasó el “testigo” a David, que a partir de ahora, será el nuevo “especialista de piscinas”.
P.D. En la última llamada de teléfono, nos informaron que la piscina está inutilizada pues con el temporal han vuelto a sacar las botas y el abrigo.
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